Cristiano Ronaldo: ¿un solo tuit basta para acabar con el ruido?

Ana Cruz Manjarrez
4 min readSep 30, 2019

Hace unos meses, Cristiano Ronaldo se declaró culpable de evasión fiscal, pero no ha dejado de firmar autógrafos ni la gente de rendirle culto a la estrella del futbol.

“Ya está, ya está, perfecto”, dijo ante las cámaras el delantero de la Juventus, cuando salió de la audiencia en Madrid. Firmó su condena por delitos fiscales y sonrió ante las decenas de fanáticos que esperaban una firma.

Cristiano posa junto a su novia, toma el desayuno, se ejercita, celebra a su madre, juega con sus hijos… hace a sus seguidores parte de su día a día, exhibe una vida casi como la de cualquiera.

“¡Te amo Ronaldo, no te preocupes por la prensa!”, respondió un aficionado a Cristiano Ronaldo en Twitter, cuando la investigación por la violación de una mujer en 2009 fue reabierta en Las Vegas.

Ese breve mensaje publicado en Twitter -para sus más de 76 millones de seguidores- en octubre pasado fue toda su defensa pública. El portugués condena al acto de violación como “un crimen abominable” y acusa: “me niego a alimentar el espectáculo mediático creado por personas que quieren promocionarse a costa mía”. La Juventus tardó poco en respaldarlo por su “gran profesionalismo y dedicación”.

Más allá de las consideraciones personales, no es mentira. Cristiano está sujeto a una investigación realizada por el Departamento de Policía de Las Vegas, Nevada debido a una denuncia de violación. Kathryn Mayorga es quien lo acusa por el hecho ocurrido en junio del 2009 en un hotel de la famosa ciudad.

Cristiano Ronaldo recién había completado su transferencia del Manchester United al Real Madrid. En ese entonces no era la marca que ahora vende millones a cada minuto, pero sí, la estrella del futbol más cara del planeta. Según las declaraciones de Mayorga, el miedo a tal poder mediático la habría persuadido para firmar un acuerdo de silencio a cambio de 375 mil dólares.

Hoy es CR7, la persona más influyente en redes sociales, el que gana alrededor de 80 mil euros por cada foto publicada en Instagram, el elegido para acabar con la maldición de la Juventus en la Champions League. La noticia de la investigación reabierta fue anecdótica en buena parte del mundo, el seguimiento ha sido puntual solo por contados medios en Estados Unidos, Inglaterra, España, Italia y claro, Alemania, sede de Der Spiegel, la revista que ha revelado informes con detalles de la investigación.

En México, por ejemplo, le han dedicado titulares que apuntan al morbo en la descripción de los hechos más que a la información.

Cuando la Juventus por fin pudo gritar que Ronaldo jugaría de su lado, las redes sociales crecieron, tan solo en el primer día sumaron 1.5 millones de seguidores, de acuerdo con Business Insider. Todavía no tocaba un solo balón y su poder comenzaba a notarse, ese valor mediático que próximamente facilitará la negociación de nuevos contratos de patrocinio con Adidas y Jeep, y que proyecta un incremento en la venta de derechos de transmisión de la Serie A.

La influencia que perdió el futbol italiano tras una época de bonanza entre los años 80 y 90 apunta a la recuperación con la ayuda de Cristiano. Cuando la acusación reapareció en su camino, Nike hizo pública su “preocupación”, A&E Sports resaltó la intención de que los atletas se apeguen a los valores de la marca, los millones de mensajes de apoyo de los aficionados se multiplican: “Nosotros sabemos que nunca harías algo así”, “alguien debe estar pagándole a la mujer para destruir tu imagen”. Nada todavía que ponga a temblar al imperio.

Las agresiones sexuales son consideradas delito grave, bajo la ley de Nevada, y la condena sería de por vida. La denuncia de una violación ocurrida hace casi una década complica la resolución que podría tardar incluso años. Para probar su palabra, Mayorga deberá buscar pruebas y testigos, la distancia entre Estados Unidos y la residencia actual de Cristiano también complica el desarrollo.

El movimiento #MeToo, iniciado para denunciar al productor de cine Harvey Weinstein por acoso y abuso sexual, ha empoderado a cientos de mujeres para enfrentar sus temores y denunciar a sus victimarios. Varios de ellos se han despedido de su reputación intachable, de proyectos millonarios para encarar los respectivos procesos legales.

Esta no es la primera vez que un atleta es señalado, pero se trata del más influyente. La condena que acaba de firmar (18,8 millones de euros y 23 meses de prisión que no tendrá que cumplir) tras ser acusado de evasión fiscal han sido desestimadas por el aficionado común. El juicio por la supuesta violación ocurrirá, o no, en las instancias adecuadas, pero es innegable que en el terreno que reina Cristiano basta un tuit para tener a su mundo en posición de defensa.

En diciembre, el diario alemán Der Spiegel, primer medio en revelar la reapertura de la investigación, publicó una conversación en la que el futbolista acepta su responsabilidad.

La defensa de los aficionados, el silencio de los grandes medios, la negativa a cuestionar al ídolo que nunca descendió del pedestal… la fiesta mediática a su alrededor minimiza cualquier reproche.

Cristiano Ronaldo, todavía bajo investigación en Las Vegas, habló en septiembre, en entrevista para Piers Morgan, sobre la vergüenza propia: “Es difícil. Tienes una novia, tienes una familia, tienes hijos. Cuando juegan con tu honestidad, es malo, es difícil.

Recuerdo que un día estaba en la sala de mi casa con mi novia mirando la televisión para ver las noticias y hablan de que ‘Cristiano Ronaldo es esto y aquello (…) Cambie el canal para que Cristiano Jr. no viera que hablan mal de su padre sobre un caso muy malo”.

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Ana Cruz Manjarrez

Comunicóloga. Reportera. Antes en: juanfutbol, VICE en Español, Cámara Húngara, Goal en Español, Referee. Contacto: an.cmanjarrezt@gmail.com, Tw: @_anniemals